domingo, 19 de octubre de 2008

Antropología urbana

Emos, Floggers, Rappers, Blancanieves y los siete enanitos

Se me dice que vivo en un tupper. No tengo tele, sintonizo radio AM y la música que escucho es en relación a búsquedas en la Web de bandas similares a las que ya escucho. No soy un tipo “de la noche”. Mis salidas son contadas y a barcitos, restaurantes, con amigos. Hace bastante tiempo atrás dejé “las pistas”, nunca fui muy fanático del boliche; el solo hecho de tener que esperar hasta las 2 o 3 de la madrugada para salir no me causa demasiada gracia. A esas horas o estoy durmiendo o estoy “ocupado” en otros menesteres – despierto, pero con insomnio.
Cada tanto, por esa cuestión de que – aunque no lo crean – formo parte de este menjunje desordenado & ruidoso llamado “sociedad”, veo algo de TV y salgo – por un tiempo– de las cuatro paredes en las cuales me encuentro ahora.

Hace algún tiempo atrás, cuando iba a algún shopping o a comprar alguna baratija por ahí, noté ciertos personajes que antes no existían – o por lo menos yo nunca los había visto.
Ropa mayormente negra, ojos maquillados con delineador, un mechón de pelo tapándoles la mitad de la jeta y una expresión de tristeza en todo el cuerpo (desde la expresión en sus caras, hasta la manera en la cual se paran). Parecían un grupo de Playmobils tristes. “¿Se volvió a juntar The Cure?” – me pregunté.

Caminando, me cruzo con otro grupito. El peinado era más o menos parecido, pero un poco más largo y más batido o revuelto. Ropa de colores. Anteojos de sol – a pesar del cielo negro que anticipaba la tormenta del siglo. Cámaras digitales en mano, sacándose fotos entre ellos en distintas poses. Por lo menos había algunas sonrisas. Mmmm… “Alguno escuchará Poison?”

Las sorpresas no terminan ahí. Más adelante me encuentro con otro grupo, quizás más conocido o más identificable para mí. Toda su ropa es ancha, extra large; cadenas de pseudo-oro con medallas que le llegan hasta el ombligo, una gorra con la visera chanfleada hacia un costado. Aguzo la mirada y noto que, ¡se le caen los pantalones! ¡Flaco, se te ve medio trasero! ¡Y, para colmo de males, tenés un agujero en el calzón! Elemental, mi querido Watson: cómo no se les va a ver el trasero si los pantalones son 40 talles más grandes y no tienen cinturón. Además, esa manera de caminar… ¿formarán parte de un grupo de chicos con problemas motrices? Hablan del ghetto, mueven mucho las manos cuando hablan, ponen los dedos de una manera muy rara. A estos chicos definitivamente les pasa algo…o vinieron directamente de los suburbios de Los Angeles y están intentando adaptarse - con poco éxito. Son rappers, pero… ¿estoy en Buenos Aires, no?

Otro día fuera del tupper, prendo la tele – esa fuente inagotable de sabiduría – y ahí los veo, a todos juntos. ¡Ah! ¡Ahora sí! Son Emos, Floggers, Rappers, Cumbios, etc. Cada uno explicando – en un reconocido programa de TV conducido por una mujer que se niega a envejecer – las características de cada una de sus “tribus”.

Wow. Habla un sociólogo. Está explicando todo. Esto debe ser algo importante, trascendental a la evolución de la sociedad. Lo escucho atento. A medida que avanza en su explicación empiezo a notar ciertas similitudes en las características de estas personas con mi ser de hace un tiempo atrás. Interesante. Ahá. Y me surgen las siguientes preguntas, más relacionadas con las personalidades de estas personas: “¿Fui yo un Emo adelantado? ¿Fui un Hippie postergado en el tiempo? ¿Fui un Flogger que carecía de internet y cámara digital?”. La respuesta me golpeó como a un insecto el parabrisas de un auto en la ruta: ¡No! ¡Fui adolescente!

Desde el mi tupper, me despido con la expectativa de saber qué otra tendencia “nueva” se inventará para los próximos 10 años.

1 comentario:

SCOPOFILICA dijo...

Ja, el otro día me acordé de este artículo Sr. articulero.
Estaba en Unicenter y me crucé con unos grupito de niños (pre-adolescentes)que atrasaban unos 20 años, muuuy ochentosos.. y me preguntaba a que tribu pertenecían. Supongo que eran floggers, no??

Deberíamos organizar algo, los Bloggers deberíamos armar alguna movida y juntarnos en la puerta de la farola de nuñez...Dejo la idea, quizás florezca

Besotes Penoso Paquinho!